Otro año

martes, 16 de septiembre de 2008
Otro año más nos salpica la brutalidad, la crueldad más extrema, la sangre doliente y sin sentido. Otra vez en este martes de septiembre (puede que ahora mismo, mientras lees este artículo) un pobre toro es torturado lenta y sádicamente por una muchedumbre en Tordesillas: es acosado, acuchillado, atravesado de parte a parte por lanzas que el pobre bicho arrastra clavadas en sus entrañas sin que la muerte llegue. Este país sufre una grave patología con respecto a los toros; es como una tara cerril, un tumor cerebral del primitivismo más arcaico, que hace que algunos mozos crean que tienen que medirse a patadas con un toro para ser más hombres: en lo que va de año, y sólo en la Comunidad Valenciana, por ejemplo, ha habido la increíble cifra de 3.500 encierros. Pero lo peor son las llamadas fiestas tradicionales. Se acribilla a los animales con infinidad de dardos, como en el atroz toro del acerico, en Coria; o les ponen fuego en la testuz, o bien los meten en el mar y los ahogan. Orgías de sadismo de una sociedad enferma...

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